Celo del águila imperial ibérica
Precio * | Horario** | Fecha** |
28€ por persona | Inicio: 08.00 - Fin: 13.00 aprox | Domingo 19 de enero |
Qué incluye | Qué no incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | - Comidas | Tarro blanco, grulla común, buitre negro, buitre leonado, águila imperial ibérica, milano real, rabilargo ibérico, corneja negra, alondra totovía, gorrión chillón, bisbita pratense, etc.
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* Grupos reducidos: entre 4 - 7 participantes
** Puede sufrir modificaciones
Los dominios del águila imperial
Todavía es invierno en el monte mediterráneo. Las encinas dibujan un paisaje adehesado y fuertemente castigado por el frío. En este ambiente se extiende el territorio de una de las rapaces más amenazadas de España, el águila imperial ibérica, y será aquí donde complete, como cada año, su ciclo reproductor. Estas águilas comienzan a cortejarse en pleno invierno, mucho antes de que el equinoccio primaveral llegue al bosque mediterráneo. Por estas fechas las imperiales ya habrán comenzado su temporada de reproducción.
Águila imperial
Mito común
Guiadas por la duración de los días y los aumentos de las temperaturas, poco a poco van sintiendo la necesidad de reclamar el territorio Para ello lo hacen gritando en vuelo a gran altura. Si la pareja empieza pronto, es posible, en ocasiones, observar muestras de cohesión con la pareja, ya sea posándose juntas o incluso con cópulas. Aprovecharemos el inicio de esta hermosa época del año para tratar de observar este efímero momento de su ciclo reproductor. Por supuesto, otras rapaces también tienen un interés especial. En esta zona podremos observar buitres leonados y negros, milanos reales y busardos ratoneros.
El denso encinar rebosa tranquilidad y silencio. Se escuchan de fondo el resonar de petirrojos y mosquiteros comunes mientras avanzamos. A ambos lados se mueven algunas aves forestales que cuesta localizar entre las hojas de la encina. Mitos, currucas cabecinegras, herrerillos capuchinos, agateadores o incluso los reyezuelos, pasan muy desapercibidos y se confunden entre las ramas. Algo más voluminosos y sonoros son los córvidos. Por aquí se ven arrendajos y rabilargos y algo más lejos urracas y cornejas. Toda la orquesta está preparada para que nos adentremos en el territorio del águila imperial. Entre el bosque de encinas se abre un gran embalse que sirve de dormidero a gaviotas reidoras y sombrías que levantarán el vuelo a primera hora de la mañana, dibujando varias formaciones en el cielo. Estaremos atentos a esas figuras porque por estas fechas las grullas están de vuelta y es posible verlas cruzar el territorio del águila imperial.
A lo largo del camino nos cruzaremos con muchas otras aves típicas de medios forestales como las alondras totovías o las cogujadas común y montesina que son frecuentes en las zonas abiertas, mientras resuenan los inquietos zorzales charlos entre la masa arbórea. En algunas ocasiones, andando con sigilo por el bosque, es posible que algún astuto zorro se cruce en nuestro camino. A lo lejos, en el mar de encinas buscaremos también gamos y ciervos que tanto abundan en el territorio del águila imperial.
Alondra totovía
Esta visita al bosque mediterráneo es una oportunidad excepcional de contemplar de cerca a las majestuosas águilas imperiales. A pesar de estar presente, es una especie escasa en muchos lugares de la Península y tenerla tan cerca es todo un privilegio que podemos disfrutar dentro de la Comunidad de Madrid.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio recomendable).
- Llevar agua y algo de comida.
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse al menos con 7 días de antelación.
Bando de grullas comunes
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