El Monte de Boadilla
Precio* | Horario* | Fecha** |
26€ por persona | Inicio: 08.00 - Fin: 12.30 | Miércoles 10 de abril |
Qué incluye | Qué no incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | - Comidas | Paloma zurita, buitre negro, águila calzada, azor euroasiático, mochuelo europeo, milano negro, abubilla, abejaruco, trepador azul, mosquitero papialbo, herrerillo capuchino, etc |
* Grupos reducidos: entre 4 - 7 participantes.
** Puede sufrir modificaciones
Dehesas, montes y pastaderos.
A pesar del avance urbanístico entorno a la capital, algunas masas forestales originales se mantienen invencibles, quedando rodeadas por urbanizaciones y vías de comunicación que las hacen funcionar como islas de biodiversidad. Las extensiones de encinares y pinares del Monte de Boadilla son un claro ejemplo, y son varios los árboles que ya cuentan con la catalogación árboles singulares. Se trata por tanto de un bosque maduro cuya configuración ha sido fruto del aprovechamiento agropecuario y cinegético que ha sufrido.
Milano negro
Águila calzada
A lo largo de la ruta podremos observar que se trata de una muy buena representación del bosque mediterráneo, con formaciones de encinas en dehesas, mixtas e incluso abiertas que ofrecen diferentes recursos y oportunidades a las especies de avifauna. Las rapaces forestales serán las especies más interesantes. En este territorio hay criando milanos negros, azores o águilas calzadas. Es el escenario perfecto para acudir en primavera. La riqueza del lugar y su biodiversidad nos ofrecen una oportunidad única.
En lo que respecta a las aves de menor tamaño, será fácil percatarse del concierto de sonidos y reclamos que emiten en esta época. No será difícil escuchar el característico reclamo de la abubilla o las alegres “burbujas” sonoras de los abejarucos, quienes han instalado sus nidos, en un talud muy cerca de un arroyo. Estaremos atentos al sonido de las oropéndolas para tratar de localizarlas y poder ver así su llamativo plumaje. Aves más pequeñas como trepadores, agateadores, carboneros, herrerillos y un largo etcétera, se suman a la orquesta sonora que da alegría al bosque. Alimentándose en el suelo será fácil localizar algunos bandos de fringílidos como los verderones o los jilgueros, que además de sonidos suman color al recorrido.
La cercanía a los núcleos urbanos favorece la presencia de golondrina común y avión común pero sin duda, la que brilla como una joya es la golondrina dáurica. Sus tonos azules metalizados se mezclan con el color crema anaranjada. Aunque nos encontremos en horas centrales del día es posible que suene el reclamo de los mochuelos, que por estas fechas andan cantando desde su posadero favorito. También hay oportunidad, con mucha suerte, de escuchar la lastimera llamada de los pollos de búho chico, que inconscientemente nos desvelan su posición.
Golondrina dáurica
Después de una mañana caminando entre encinas y árboles singulares pondremos fin a una actividad bonita, completa y novedosa, haciéndonos testigos de la llegada de la primavera al bosque mediterráneo.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio muy recomendable).
- Llevar agua y algo de comer para el viaje.
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse con 7 días de antelación
Mochuelo europeo
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