Blue Nature  
Birding and nature tours

Barranco del río Dulce (Guadalajara)

Precio*

Horario**

Fecha**

50€ por persona

Inicio 08.00 - Fin 20.30 aprox.

Sábado 26 de octubre

Qué incluye

Qué no incluye

Especies posibles

- Transporte en furgoneta
- Guía ornitológico
- Seguro RC y accidentes
- IVA

- Comidas
- Bebidas

Buitre leonado, águila perdicera, alcaudón real, arrendajo, chova piquirroja, cuervo grande, cogujada montesina, avión roquero, roquero solitario, zorzales, gorrión chillón, escribano montesino, etc...

* Grupos reducidos: entre 4 - 7 participantes
** Puede sufrir modificaciones

Muelas y parameras

Ubicado en la provincia de Guadalajara el río Dulce recorre más de 35 km de longitud desde que nace en la Sierra Ministra. En su tramo medio y antes de cederle todo su caudal al Henares, labra en la tierra una espectacular hoz decorada con un fabuloso bosque de ribera. Estamos hablando del Parque Natural del Barranco del río Dulce, el que antaño fue escenario del Hombre y la Tierra. En este singular paisaje se torna de colores dorados con la llegada del otoño. Las verdes hojas de los chopos, que tanta sombra han dado al fondo del valle, cambian su color a un brillante amarillo otoñal.

Buitres leonados descansando

Águila perdicera

El paisaje no es lo único que nos dejará con la boca abierta. Las formaciones geológicas y los valores faunísticos y botánicos son excepcionales y se distribuyen en tres tipos de ambientes muy bien diferenciados. Parameras, que el río Dulce ha ido labrando hasta formar la hoz actual y donde se extienden los matorrales. El más fresco y diverso es el fondo de valle, donde crecen los chopos y el río discurre. El tercero y más importante son los roquedos, donde nidifica una notable comunidad de aves rupícolas, algunas de las cuales ya han marchado a sus cuarteles de invernada, pero para otras como el buitre leonado, el águila real o el águila perdicera la hoz sigue siendo su hogar.

En los afloramientos rocosos las grandes rapaces no son las únicas protagonistas, otras aves de gran interés se dan cita en lo alto de los acantilados o en las pequeñas muelas que sobre salen en el paisaje. Las chovas piquirrojas, que llenan la hoz con sus gritos, también son frecuentes en el paisaje calcáreo. Además buscaremos la silueta del roquero solitario que busca desde su posición pequeños invertebrados o incluso alguna atrevida lagartija a modo de almuerzo. Por encima de él vuelan aviones roqueros alimentándose de los pocos insectos voladores que quedan por la hoz y en la zona alta de las parameras, donde también se puede observar la solitaria silueta del milano real.

En el fondo del valle las aves forestales se dan cita y no será difícil que localicemos algún pícido, ya bien sea el pico picapinos o el pito ibérico. Carboneros, mosquiteros, mitos, herrerillos, carboneros y los incesantes pinzones son habituales en la todavía abundante orla forestal. Es posible que también se escuche el reclamo del trepador azul, habitual escalador de los troncos viejos del fondo del valle. Después de toda una mañana y parte del día en el Barranco del Río Dulce, nos desplazaremos, aguas abajo del mismo río, donde el valle se abre más y donde es posible contemplar a la majestuosa águila perdicera.

Roquero solitario

Será un viaje de hermosos paisajes con un recorrido por aquellas escenas de Félix. Además podremos observar una amplia lista de aves interesantes y singulares típicas de estos ambientes y quién sabe si nos cruzaremos con el primer bando de grullas y sus característicos trompeteos.

Detalles y recomendaciones

- Calzado y ropa apropiados para la época. 
- Material óptico (telescopio muy recomendable). 
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.

Paisaje en el río Dulce

 

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