Azud del Riolobos y La Moraña
Precio* | Horario** | Fecha** |
60€ por persona | Inicio: 08.00 - Fin: 20-30 aprox. | Sábado 30 de noviembre |
Qué incluye | Qué no incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | - Comidas. | Ánsar común, tarro blanco, cuchara común, ánade friso, silbón europeo, cerceta común, somormujo lavanco, grulla común, aguja colinegra, andarríos, combatientes, correlimos, garzas, espátulas, avutarda, águila imperial ibérica, avefría europea, etc. |
* Grupos reducidos: de 4 - 7 participantes
** Puede sufrir modificaciones
Tierras de Peñaranda y Campiñas
Entre Salamanca y Arévalo se extiende un territorio salpicado por cultivos y pequeñas lagunas, un paraíso para los amantes de la ornitología. Las campiñas de Peñaranda de Bracamonte y del occidente de la Tierra de Arévalo albergan dos enclaves privilegiados: el Azud de Riolobos y La Moraña. Ambos lugares, reconocidos como Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), serán puntos clave para la observación de diversas especies, especialmente en épocas de migración. El primero destaca como un importante humedal de Salamanca, mientras que el segundo se caracteriza por sus vastos campos esteparios y pequeños humedales.
Macho de cerceta común
Grupo de silbón europeo
El Azud de Riolobos, con sus más de 200 especies registradas, es un refugio esencial para aves migratorias, sobre todo acuáticas y limícolas. Este embalse, rodeado de un camino que nos facilitará la observación, se convertirá en un espectáculo visual en otoño e invierno con la llegada de grullas, ánsares y diversas aves acuáticas. La Moraña, por otro lado, será el hogar de grandes aves esteparias. Entre sus llanuras cerealistas, será habitual divisar avutardas y grullas alimentándose en los campos, junto a otras especies esteparias que buscarán refugio en sus charcas y bosques de ribera.
Comenzaremos la mañana en el Azud de Riolobos, un humedal vibrante que nos ofrecerá un espectáculo de aves. Podremos disfrutar del vuelo de ánsares comunes y tarros blancos sobre el embalse, mientras la cuchara común y el ánade friso nadan en las tranquilas aguas. Será frecuente avistar silbones europeos y cercetas comunes alimentándose en la orilla, mientras los somormujos lavancos cruzan el agua con elegancia. En los márgenes fangosos, las grullas comunes se desplazarán con sus largas patas junto a las elegantes agujas colinegras, andarríos y combatientes. No será raro ver correlimos y garzas, mientras las espátulas se moverán majestuosamente sobre el agua.
Tras el descanso para comer, continuaremos nuestra ruta ornitológica en la extensa llanura de La Moraña. Aquí, las avutardas, imponentes y difíciles de ver en otras zonas, dominarán el paisaje. Veremos grullas comunes y avefrías europeas alimentándose en los campos, mientras que en el cielo, el aguilucho pálido planeará en busca de presas. Con suerte, podremos detectar especies menos frecuentes como el sisón común, la ganga ortega o, si tenemos mucha fortuna, el impresionante búho campestre, siempre esquivo y silencioso en su vuelo.
Pareja de avutardas
Esta jornada ornitológica, que transcurrirá entre humedales y llanuras cerealistas, nos permitirá experimentar la riqueza de dos ecosistemas únicos. La variedad de aves y la belleza del entorno harán de este recorrido una experiencia inolvidable para quienes busquen conectar con la naturaleza y la increíble diversidad avifaunística que caracteriza estas tierras.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio recomendable).
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse en el plazo de inscripción.
Grulla común
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