Bosques de Braojos
Precio* | Horario* | Fecha** |
27€ por persona | Inicio: 08.00 - Fin: 13.30 | Viernes 21 de febrero |
Qué incluye | Qué no incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | - Comidas | Buitre negro y leonado, pico picapinos, pito ibérico, arrendajo euroasiático, rabilargo ibérico, alondra totovía, trepador azul, zorzal charlo y común, piquituerto, lúgano, escribano soteño, etc. |
* Grupos reducidos: entre 4 - 7 participantes.
** Puede sufrir modificaciones
Melojares en la Sierra Norte
Las grandes extensiones de robles, de las muchas dehesas boyales de la Sierra Norte, presentan en febrero desnudos troncos y solitarias ramas creando una atmósfera totalmente invernal en todo el paisaje de la comarca. Uno de los lugares donde cobran gran importancia estas masas forestales es en Braojos de la Sierra donde una gran superficie de bosques cubre las laderas mezclando fresnos y robledales, una combinación que otorga diversidad al ecosistema. Utilizando esta vegetación como refugio, existe toda una comunidad de aves que resisten con todas sus fuerzas la dureza del invierno en esta zona.
Milano real
Buitre negro
Se trata de un lugar lleno de vida durante la primavera y que en invierno sufre un drástico cambio. La ubicación del lugar y su situación de relieve obliga a algunas aves a marcharse más al sur, pero a su vez favorece la llegada de algunas aves más norteñas que de costumbre. Milanos reales y busardos ratoneros resisten frío y viento en este ambiente alimentándose de lo que van encontrando y cazando y frecuentando las carreteras en busca de comida fácil. El ganado en este territorio siempre atrae a buitres leonados y negros en busca de alimento.
Las aves más pequeñas son quienes lo pasan peor. Su reducido tamaño y su peso las obliga a estar constantemente nerviosas en busca de alimento. En cambio, la falta de hojas facilita la localización de algunas aves normalmente esquivas como son los pájaros carpinteros. En este bosque podemos observar las tres especies residentes, incluyendo al diminuto pico menor. Los más astutos son los córvidos, muy frecuentes en este territorio con el ruidoso arrendajo avisando a todo el mundo de nuestra llegada. Los grupos de rabilargos avanzando por las copas de los árboles destacarán en colorido comparándolo al plumaje oscuro de urracas, cornejas y cuervos. El resto de aves forestales como el trepador azul, agateador europeo o las familias de mitos saldrán al camino a darnos la bienvenida.
A lo largo de la ruta encontraremos múltiples bandos de fringílidos. Mezclados con ellos pueden aparecer el gorrión chillón, frecuente en la zona, o quizás escuchemos ya los primeros reclamos primaverales de los machos de escribano soteño, que afinan sus notas ante la inminente llegad de la primavera. Los zorzales serán protagonistas, principalmente el zorzal charlo y el zorzal común que son habituales en la zona y que frecuentan las áreas forestales de robles como esta. Con suerte algún zorzal alirrojo o incluso el más escaso zorzal real habrán llegado del norte para pasar aquí el invierno.
Pinzón vulgar
En definitiva, un lugar fantástico para combinar senderismo y observación de aves en un lugar maravilloso como es la Sierra Norte Madrileña, donde el ser humano ha dejado poca huella a lo largo del tiempo, un aspecto que otorga algo más de encanto a esta tranquila zona madrileña.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio muy recomendable).
- Llevar agua y algo de comer para el viaje.
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse con 7 días de antelación
Alondra totovía
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