Grullas y rapaces en Madrid
Precio | Salida | Fecha |
24€ por persona | Inicio: 09.00 - Fin: 13.00 aprox. | Domingo 27 de octubre |
Qué incluye | Qué no incluye | Especies posibles |
- Transporte en furgoneta | - Comidas | Grulla común, buitre negro, buitre leonado, águila imperial, gavilán común, milano real, busardo ratonero, pico menor, rabilargo ibérico, zorzal charlo, gorrión moruno, gorrión chillón, etc... |
* Grupos reducidos: entre 4 - 7 participantes
** Puede sufrir modificaciones
El bosque mediterráneo
Durante la última semana de octubre y hasta mediados de noviembre, gran parte de la Comunidad de Madrid, tendrá el privilegio de asistir a un evento único, un acontecimiento que cada año anuncia la llegada del invierno y el cambio de estación, el viaje de las grullas. Estas fechas coinciden con un maravilloso pico migratorio y con un aumento de la frecuencia de paso de los enormes bandos de grullas. Estas aves ya han abandonado sus territorios de cría en Europa del norte, han sorteado los Pirineos y ahora se distribuyen por la Península, donde pasarán el resto del año hasta febrero, cuando pondrán rumbo al norte de vuelta a sus lugares de origen.
Bando de grullas
Águila imperial ibérica
El bosque mediterráneo que cubre gran parte del suroeste madrileño, es un lugar de paso constante de bandos de grullas, en ocasiones formados por cientos de ejemplares volando alto y reclamando con sus conocidos trompeteos. Además, la riqueza de este ecosistema es lugar para una rica y diversa lista de rapaces encabezada por dos de sus más espectaculares representantes: el buitre negro y el águila imperial ibérica. Aunque las rapaces estivales ya están de camino a la región subsahariana, las residentes se las apañan para sobrevivir el otoño y el invierno en el bosque mediterráneo.
Serán los ejemplares más jóvenes de buitre leonado los primeros en alzar el vuelo en busca de las primeras corrientes térmicas del día. Tras ellos puede aparecer algún buitre negro, mucho más grande y esbelto, haciéndonos sombra desde el cielo. Estaremos atentos a todos nuestros sentidos, pues la reina de este bosque muchas veces se detecta por el sonido. Hablamos del águila imperial ibérica, que tiene aquí una saludable población de ejemplares adultos y juveniles que se alimentan de la abundancia de este pequeño rincón madrileño. Además, tendremos la oportunidad de encontrarnos con dos rapaces de mediano tamaño que campean a ras del suelo, los aguiluchos. Tanto el lagunero como el pálido son habituales de estos campos en invierno. Así como milanos reales y busardos ratoneros mucho más oportunistas y frecuentes que el resto de rapaces.
Buscaremos además una rapaz forestal muy misteriosa y cautelosa, el gavilán, que anda detrás de los fringílidos y otras aves de zonas abiertas. Los falcónidos también son habituales en este lugar, sobre todo el cernícalo vulgar. Con suerte, si han llegado ya del norte, puede haber oportunidades para observar esmerejón, el más pequeño de nuestros halcones. Por supuesto otras muchas aves habituales del invierno como estornino pinto, bisbita pratense o incluso algún bando de escribanos soteños podremos ver en las cercanías de los sotos de los arroyos que riegan estas tierras.
Gavilán común
Entre las encinas, los pájaros carpinteros como el pico menor, el pico picapinos o el pito ibérico revolotean escondiéndose de nuestra curiosa mirada. Y así rapaces, grullas y otras muchas aves forestales nos harán disfrutar de una mañana en el pequeño pero rico bosque mediterráneo madrileño.
Detalles y recomendaciones
- Calzado y ropa apropiados para la época.
- Material óptico (telescopio muy recomendable).
- Imprescindible llevar agua y comida.
- Consultar la meteorología.
- Leer detenidamente la información de la excursión.
- Las reservas deben hacerse con 7 días de antelación.
Estornino pinto
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