Blue Nature  
Birding and nature tours

Selva de Irati (Navarra)

Precio*

Horario**

Fecha**

390€ por persona
48€ suplm. habitación individual

Salida de Madrid 08.00
Vuelta a Madrid 20.30 aprox.

Del 08 al 10 de noviembre

Qué incluye

Qué no incluye

Especies posibles

- Transporte en furgoneta
- Alojamiento 
- Media pensión
- Servicio de guía ornitológico
- Seguro RC y accidentes
- IVA.

- Comidas
- Bebidas

Buitre leonado, arrendajo, carbonero palustre, pinzón real, zorzal alirrojo, zorzal real, mirlo capiblanco, picamaderos negro, agateador euroasiático, mirlo acuático europeo, camachuelo común, jilguero lúgano, bisbita pratense, pito ibérico, etc.

* Grupos reducidos: de 4 a 7 participantes.
** Puede sufrir modificaciones

El segundo hayedo-ábetal más extenso de Europa

A caballo entre las sierras pirenaicas y los montes y valles atlánticos, se extiende una enorme masa forestal ocupada principalmente por hayas, abetos y robles. Se trata de un paraje incomparable y célebre entre los amantes de la naturaleza: la Selva de Irati. Ubicada en la cabecera del río Irati, de quien recibe su nombre, esta inmensa masa arbolada es una muestra clara de la transición entre el ambiente pirenaico y atlántico en Navarra. La influencia de la alta y media montaña es notable, y en estas fechas, el otoño la hace revivir.

Paisajes de Irati

Pico dorsiblanco

La existencia de estas formaciones vegetales naturales es muy interesante. Más del 85% de la superficie de este paraje está considerada como Hábitat de Interés Comunitario, lo que lo convierte en un enclave único. Estas características garantizan la existencia de una fauna muy especial a nivel peninsular, acercándonos a especies forestales, fundamentalmente de hayedos, así como a otras típicas de pastizales, brezales y zonas matorralizadas de alta y media montaña. La madurez de los bosques y su extensión permiten la presencia del picamaderos negro y el pico dorsiblanco.

Durante tres días recorreremos diferentes itinerarios dentro de la recién reconocida Reserva de la Biosfera de Irati, en busca de las aves más emblemáticas de estos bosques y disfrutando del paisaje otoñal que nos ofrece la vegetación. Es época de zorzales y paso de grullas. Además de los clásicos carbonero y herrerillo, también podemos encontrar al carbonero palustre, un pequeño párido presente únicamente en los bosques del norte peninsular. Más difícil será diferenciar a ambos agateadores. En los hayedos de Irati habita el agateador euroasiático, anteriormente conocido como norteño, que aprenderemos a distinguir del más común agateador europeo.

Bando de grulla común

Carbonero palustre

Agateador euroasiático

En las zonas más abiertas es posible encontrarse con una atractiva variedad de zorzales. Si la fortuna nos acompaña y coincide con días de fuerte paso, las praderas y pastizales pueden cubrirse de zorzales reales, alirrojos, comunes, charlos e incluso de mirlos capiblancos. La llegada del frío al norte y centro de Europa empuja a estos viajeros a abandonar sus zonas de cría y a aventurarse al sur, al igual que lo hacen otras especies como los pinzones reales o los lúganos. Con un poco de suerte, también podremos encontrar fringílidos como el picogordo o el camachuelo, dos expertos en pasar desapercibidos.

Zorzal real

Pinzón real

Camachuelo común

Recorreremos, además, algún territorio de media montaña por senderos en los que puede aparecer el acentor común, el bisbita pratense o la inconfundible silueta del buitre barbudo, el quebrantahuesos. El resonar de las chovas piquigualdas nos recuerda dónde estamos y evoca las zonas de montaña. Son muchas las aves que se pueden observar en Irati. Con suerte, y si nos sobra tiempo, también pasaremos por las foces navarras con la esperanza de sumar algunas especies y ver otras, como el treparriscos, que pasa el invierno aquí.

Quebrantahuesos

La Selva de Irati es un refugio para quienes buscan desconectar y adentrarse en un entorno singular. Con sus más de 17.000 hectáreas, ofrece un paisaje que, especialmente en otoño, se tiñe de tonos ocres, dorados y rojizos, creando un espectáculo visual único, casi de cuento. Todos los caminos conducen a paisajes que quitan el aliento y a rincones de serenidad absoluta. La combinación de montañas, bosques y ríos crea un mosaico de biodiversidad incomparable en la Península Ibérica.

Detalles y recomendaciones

- Calzado y ropa apropiados para la época. 
- Material óptico (telescopio muy recomendable)
- Llevar agua y algo de comer. 
- Consultar la meteorología. 
- Punto de encuentro:  tras realizar la reserva.
- Las reservas deben hacerse al menos con 7 días de antelación.

Jilguero lúgano

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